Lesión renal Aguda




 Lesión Renal Aguda

El sistema renal, formado por un órgano par que tan solo pesa el 0,4% del total del peso corporal y puede ser contenido fácilmente en la palma de la mano, es capaz de filtrar hasta 180 l de sangre al día en una persona de peso promedio. Estos órganos comprenden un funcionamiento tan arduo que consumen el doble de oxígeno y reciben siete veces más flujo sanguíneo que el sistema nervioso central.

 

Cada riñón está compuesto aproximadamente por un millón de unidades funcionales o nefronas. Este número ya está determinado en el momento de la nefrogénesis, ya que se ha documentado que la cantidad de nefronas presentes en la trigésima sexta semana de gestación no aumenta con la edad de manera importante. 

 


Esquema de la estructura glomerular y la mácula densa. AA, arteriola aferente; AE, arteriola eferente; EU, espacio urinario; G, célula yuxtaglomerular granular; M, célula mesangial; MD, mácula densa; N, terminación simpática; PE, célula epitelial parietal; PU, polo urinario; TD, túbulo dista.

 El termino Lesión Renal se utiliza para denominar una alteración en la filtración glomerular (TFG), pero ahora se emplea para designar la lesión renal Aguda (LRA). Dado que la TFG es igual a la suma de la tasa de filtración de todas las nefronas funcionales se asume que es un índice de masa renal funcional. Por lo que una disminución de la TFG implica una enfermedad renal por reducción de las neuronas funcionales.

La tasa de filtración es importante por que numerosas toxinas potenciales se excretan por filtración glomerular. Como resultado el empeoramiento de la enfermedad se relaciona con la retención gradual de numerosas sustancias, algunas de las cuales se miden de modo rutinario. El incremento del nitrógeno ureico y creatinina no son tóxicos pero se correlacionan con el decremento de la TFG.

 

La retención de estas sustancias toxicas explica muchos d ellos signos y síntomas relacionados con la enfermedad renal en etapa terminal. Algunos ejemplos de estos síntomas urémicos incluyen fatiga, anorexia, nauseas y vomito, prurito y bradipsiquia.

 

Etiología

 

En la mayoría de los casos, hay más de un proceso que contribuye a la LRA, pero para facilitar la clasificación, se utilizan tres grandes categorías:

1) LRA prerrenal, resultado de una disminución del flujo sanguíneo renal y de la perfusión del riñó. 2) LRA intrínseca, resultado de una enfermedad que afecta a alguno de los compartimentos del parénquima renal.

3) LRA posrenal, resultado de una obstrucción del flujo urinario en cualquier punto de la vía urinaria que parte de los cálices/pelvis renales y afecta a los uréteres, la vejiga o la uretra.




La forma más frecuente de LRA se debe a la fisiología prerrenal, especialmente en el ámbito ambulatorio, pero también en el hospitalario. La LRA posrenal es más frecuente en los hombres de edad avanzada con una hiperplasia prostática, en aquellos con una disfunción vesical y en los pacientes con ciertas neoplasias. La LRA intrínseca puede deberse a un proceso vascular, una enfermedad glomerular, una enfermedad intersticial o una lesión tubular. La LRA intrínseca más frecuente es una entidad conocida como necrosis tubular aguda (NTA) o, más recientemente, lesión tubular aguda (LTA), que es más precisa desde el punto de vista histológico. 

¿Sabías qué?

El equilibrio de sodio y potasio se mantiene hasta una tasa de 20 ml/min

Vulnerabilidad aumentada

El concepto de vulnerabilidad aumentada es importante en la evaluación del riesgo de desarrollar LRA. Podemos decir que el equilibrio entre la intensidad de la exposición a cualquier insulto y la vulnerabilidad es el principal determinante del resultado final y el acontecimiento de un episodio de LRA manifiesto.

La susceptibilidad del paciente es un término que describe el estado general de salud de un

individuo y todas las comorbilidades presentes que puedan tener un impacto potencial en el estado renal.

Pacientes con patología renal previa, edad avanzada, deshidratación, uso de medicamentos, proteinuria, hipertensión, Diabetes Mellitus, enfermedad hepática, insuficiencia cardiaca,  son pacientes con vulnerabilidad aumentada y tienen mayor riesgo de presentar LRA.

 

Angina renal

Ronco propone el término de angina renal, comparando la LRA con la isquemia miocárdica ya que el detectar un daño renal temprano continúa siendo un desafío para el médico

Los biomarcadores de LRA pueden compararse con la troponina como prueba de referencia (gold standard) para el diagnóstico del síndrome coronario agudo.

Los autores propusieron una escala de valoración del daño para asignar el uso de biomarcadores a
los grupos de pacientes con un riesgo más alto para LRA. Los factores de riesgo para LRA están bien documentados, pero la LRA no se acompaña por ningún síntoma visceral y el dolor típico de la angina cardiaca no se presenta en el riñón

En lugar de síntomas, propusieron utilizar cambios moderados en la creatinina sérica, la diuresis y la sobrecarga hídrica en la zona gris donde (todavía) no se ha alcanzado el
aumento crítico de 0,3 mg/dl en la creatinina sérica. Basándose en estos datos, los clínicos deben ser capaces de aumentar la atención sobre el posible desarrollo de LRA

 

Anamnesis y exploración física

La evaluación del paciente con una LRA debe ser metódica y sistemática para garantizar que las causas potencialmente reversibles se diagnostiquen y se traten rápidamente con el fin de conservar la función renal y limitar el desarrollo de una lesión renal permanente.

 

La evaluación debe incluir una anamnesis completa del paciente y una revisión de la historia clínica para identificar los factores de riesgo de LRA prerrenal (p. ej., vómitos, diuréticos, diarrea, insuficiencia cardíaca, cirrosis); posibles fármacos nefrotóxicos (prescritos o de venta libre, incluidos los medicamentos alternativos/complementarios); factores de riesgo de enfermedad prostática, cáncer de cérvix o cáncer de vejiga, y síntomas de obstrucción de la vía urinaria (p. ej., prostatismo, incontinencia por rebosamiento, anuria). El volumen de orina es inferior a 400 ml/día en el caso de la LRA oligúrica, inferior a 100 ml/día en el caso de la LRA oligoanúrica e inferior a 50 ml/día en el caso de la LRA anúrica. Una diuresis normal no excluye el diagnóstico de LRA: la LRA no oligúrica (> 400 ml/día) puede asociarse a una LRA nefrotóxica y a la obstrucción urinaria parcial. Una variación amplia de la diuresis diaria también indica una LRA debida a una obstrucción parcial de la vía urinaria. La anuria tiene un diagnóstico diferencial limitado, que indica una obstrucción urinaria completa, una catástrofe vascular o una necrosis cortical grave.

 

Es fundamental una exploración física exhaustiva en los pacientes con una LRA, y debe prestarse especial atención a determinar el estado de volumen del paciente. Puede haber un peso corporal reducido, hipotensión, una caída ortostática de la presión arterial (PA) o unas venas del cuello colapsadas en los pacientes con una LRA prerrenal o una NTA isquémica causada por una pérdida verdadera de volumen. 

También deben buscarse indicios de enfermedad sistémica. Entre los hallazgos pueden estar los signos de hemorragia pulmonar indicativos de una vasculitis o del síndrome de Goodpasture, la erupción cutánea como manifestación de lupus eritematoso sistémico, las ateroembolias, las vasculitis, las crioglobulinas o la NIA, así como una enfermedad articular que haga pensar en un lupus o una artritis reumatoide.

 

Aproximación al paciente con Lesión Renal Aguda

 

Relación entre concentración plasmática de nitrógeno ureico en sangre (NUS)  y creatinina.

Gran parte de estos pacientes, el deterioro de la TFG aumenta de manera proporcional tanto la concentración plasmática de NUS y de creatinina, la relación encontrada en pacientes sanos es de 10:1 a 15:1

 

Por lo general una relación mayor de 20:1 es indicativa de enfermedad prerrenal salvo en situación dieta rica en proteína, degradación tisular aumentada, sangrado gastrointestinal o administración de corticoides, ya que todo esto aumenta el NUS.

 

Concentración urinaria de sodio y excreción fraccional de sodio

La hipoperfusión renal como es el caso de la lesión prerrenal se relaciona con un incremento de la reabsorción tubular de Sodio y por consiguiente del agua con el fin de tratar de mejorar el volumen circulante, por lo tanto la concentración urinaria de Na es menor de 20 mEq/L en le caso de enfermedad prerenal y mayor de 40 mEq/L en la NTA.

FENa%= ((Una x PCr)/ (PNa x Ucr)) x 100

Un FENa menor de 1% indica que mas del 99% del Na se ha reabsorbido y sugiere enfermedad prerenal. Mientras que un valor mayor del 2% se debe a Necrosis tubular aguda (NTA).

 

Osmolaridad urinaria

La depleción marcada de volumen es un estímulo potente para la liberación de hormona antidiurética para la liberación de hormona antidiurética. Esta junto con el sistema multiplicador contracorriente logra una orina concentrada de hasta 1200 mOsm/kg, siempre y cuando la función renal este intacta.

 No olvides que la concentración urinaria se da gracias al sistema multiplicador contracorriente, este se da en la asa delgada y gruesa de Henle, esta ultima es muy sensible a la hipoperfusión, por lo que se pierde la capacidad de concentrar la orina en etapas tempranas de la NTA.  

Diagnostico

 

Creatinina sérica

El nivel de creatinina sérica, que forma parte de los criterios diagnósticos de lesión renal aguda. Sin embargo, no es un marcador ideal, porque la concentración de creatinina está influenciada por varios factores. Además que cambia lentamente para la disminución de la TFG y puede tardar de 24 a 72 horas en alcanzar un nuevo estado estable después de una lesión renal aguda

 

Diuresis

La creatinina sérica o la producción de orina se pueden utilizar para el diagnóstico de lesión renal aguda, aunque los pacientes que cumplen los criterios diagnósticos para ambos tienen un mayor riesgo de mortalidad por la terapia de reemplazo renal y la hospitalización

 


Para realizar el diagnostico de lesión renal, podemos tomar en cuenta la elevación de la creatinina o la disminución de la diuresis, no son  necesarios que cumpla con ambos parámetros.

 

Tratamiento

El tratamiento de la lesión renal aguda es la identificación precoz y corrección del detonante, por eso la relevancia de comprender el termino de vulnerabilidad y angina renal, para detectar esos pacientes con alto riesgo de desarrollar LRA para evitar su progreso.




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