Ictericia

 


Introducción

La ictericia es el estado de pigmentación amarillenta de la piel, las conjuntivas esclerales y otras mucosas producido por un aumento de la concentración sérica de bilirrubina (hiperbilirrubinemia). El término ictericia deriva de icterus (en griego, «amarillo»). Las concentraciones séricas normales de bilirrubina oscilan entre 0,5 y 1,0 mg/dl y deben sobrepasar generalmente los 2,5 mg/dl antes de que la ictericia se manifieste clínicamente.

La bilis normal contiene una media de menos del 5% de bilirrubina no conjugada, el 7% de monoconjugados y el 90% de diconjugados de bilirrubina. La producción diaria de bilirrubina (200-300 mg) procede del catabolismo del grupo heme, principalmente de la lisis de hematíes senescentes en el sistema reticulohistiocitario.

La bilirrubina no conjugada pasa al torrente sanguíneo y circula unida no covalentemente a la albúmina. En el hígado es liberada de la albumina y difunde de forma pasiva al hepatocito, donde se une a la ligandina que evita su reflujo al plasma. Así se forma la bilirrubina conjugada que se almacena en la bilis, donde al vestirse en la luz intestinal La flora reduce parte de la bilirrubina y la transforma en urobilinógeno y estercobilinógeno, que se eliminan por las heces.

La bilirrubina no conjugada no suele alcanzar el intestino, excepto en recién nacidos o a través de vías alternativas poco definidas, en presencia de hiperbilirrubinemia no conjugada grave. En tales circunstancias, la bilirrubina no conjugada es reabsorbida en el intestino, con el consiguiente incremento de la hiperbilirrubinemia.

Como todo en el cuerpo humano el aumento de alguna sustancia se debe a dos situaciones aumenta de la producción o disminución de la eliminación.



Causas de Hiperbilirrubinemia

Producción excesiva de bilirrubina: se observa en la hemólisis y en situaciones en las que tiene lugar un aumento de eritropoyesis ineficaz . La producción excesiva se acompaña de un incremento de la bilirrubina aportada al hepatocito, lo que conlleva, a su vez, la necesidad de intensificar el mecanismo de conjugación de bilirrubina, por lo que este, al final, llega a ser insuficiente. Ejemplo Hemólisis / Eritropoyesis ineficaz incrementada / Defecto de captación hepática de bilirrubina

 Defecto de captación hepática de bilirrubina: algunos medicamentos interfieren específicamente, por un mecanismo competitivo, en el transporte de la bilirrubina no conjugada a través de la membrana sinusoidal del hepatocito. El trastorno de la captación puede asociarse con alteraciones de otras fases del metabolismo de la bilirrubina, o bien cuando se produce una lesión del hepatocito. Ejemplos : Medicamentos / Síndrome de Gilbert /  Lesión del hepatocito / Defecto de conjugación de bilirrubina

 Defecto de conjugación de bilirrubina: la bilirrubina no conjugada, insoluble en el medio acuoso de la bilis, queda retenida en el hepatocito y, como consecuencia de ello, refluye a la sangre. El defecto de conjugación está vinculado a una menor actividad de la enzima uridindifosfato-glucuroniltransferasa (UDP-GT), y se observa, por ejemplo, en la hiperbilirrubinemia neonatal, el síndrome de Gilbert y el síndrome de Crigler-Najjar (en este último caso, la actividad de la enzima UDP-GT puede llegar a ser nula).

 Defecto de excreción biliar de bilirrubina conjugada: a pesar de haberse conjugado correctamente, la bilirrubina no puede excretarse por la bilis y refluye a la sangre, y al ser hidrosoluble, también pasa desde la sangre a la orina. Es posible distinguir: a) trastorno selectivo de la excreción al canalículo biliar de bilirrubina conjugada y de otros aniones orgánicos, que es lo propio del síndrome de Dubin-Johnson, en el que se ha demostrado un defecto del sistema transportador cMOAT/MRP2, y del síndrome de Rotor, en el que probablemente sea defectuosa alguna proteína encargada de transportar dichas sustancias hasta la membrana canalicular; bdefecto de excreción de todos los componentes de la bilis, hecho característico de la colestasis c) lesión del hepatocito, que unas veces afecta selectivamente a la excreción biliar de bilirrubina y otras condiciona una colestasis.

Cuadro clínico:

Cuando los niveles séricos de bilirrubina son superiores a 2 mg/dl, aparece un signo cardinal en patología hepatobiliar, la ictericia, una coloración amarillenta de la piel y las mucosas debida al depósito de bilirrubina. Dado que este pigmento tiene especial afinidad por los tejidos ricos en fibras elásticas, como la esclerótica, es ahí donde primero se constata ictericia; cuando la hiperbilirrubinemia es muy intensa, también se tiñe de amarillo el sudor, y el enfermo incluso puede referir visión amarillenta (xantopsia). No debe confundirse con ictericia la coloración amarillenta exclusivamente cutánea, no de las mucosas, debida al depósito de carotenos en la piel (carotenodermia) en individuos que ingieren cantidades importantes de alimentos ricos en carotenos (p. ej., zanahorias, naranjas, tomates)

 

El cuadro clínico es de suma importancia ya que nos orientara hacia la causa de la ictericia.

Dolor: La presencia de dolor en hipocondrio derecho, con signo de Murphy positivo, suele relacionarse con un cuadro de origen obstructivo y de instauración brusca.

Una hepatitis aguda también causa dolor, pero encontraremos hepatomegalia.

Ictericia indolora puede ser causada por tumores.

 

Fiebre: La causa poder ser bacteriana o viral

Si tenemos fiebre, ictericia y dolor en hipocondrio derecho es la Triada de Charcot, secundario a una colangitis, si se agrega alteraciones mentales y choque séptico es la pentada de Reynolds.

Si no presenta dolor el paciente y si hepatomegalia podría tratarse de una infección viral, una hepatitis.

Heces pleiocrómicas: son hipercoloreadas porque su contenido de urobilinógeno es alto. Esto se debe a la presencia de un exceso de bilirrubina conjugada en el intestino, por haberse forzado la conjugación hepática de bilirrubina, como consecuencia del mayor aporte del pigmento al hepatocito. Por tanto, las heces pleiocrómicas se observarán exclusivamente cuando exista una producción excesiva de bilirrubina . Además, al aumentar el urobilinógeno absorbido en el intestino, se eleva su concentración en la orina.

 Heces hipocólicas o acólicaspresentan un color pálido, parecido al del yeso; generalmente se usan los vocablos hipocolia y acolia. Reflejan la existencia de un menor contenido fecal de urobilinógeno, como consecuencia de un descenso de su síntesis intestinal, al llegar menos bilirrubina conjugada a la luz digestiva. El reducido acceso de bilirrubina al intestino mediante la bilis puede deberse a: a) descenso de bilirrubina conjugada presente en el hepatocito, por un trastorno de captación o conjugación de bilirrubina, b) cantidad normal de bilirrubina conjugada en el hepatocito, pero existencia de un defecto de excreción biliar, lo que reduce la cantidad de bilirrubina conjugada presente en la bilis.

Coluriaeste término se refiere a la observación de orina hiperpigmentada, de color pardo, similar al de las bebidas de cola. Traduce específicamente la presencia de un exceso de bilirrubina conjugada en la orina (no de urobilinógeno), lo cual, como se ha indicado antes, siempre refleja un defecto de excreción biliar.

Debemos descartar intoxicación por paracetamol de 4 gramos al día.

Antibióticos y AINES pueden causar reacciones ideosincraticas.

Individuos con deficiencia de G-6-F pueden tener crisis hemolíticas por el consumo de habas o ciertos fármacos (ver el frotis de sangre periférica)




Paraclínicos

Los niveles de enzimas hepáticas hallados en plasma ofrecen una medición del ciclo metabólico o la lesión del hepatocito. Las enzimas liberadas durante el metabolismo normal del hepatocito se consideran la base principal de los niveles circulantes normales. La lesión y la muerte celulares activan las fosfolipasas, que crean agujeros en la membrana citoplásmica incrementando la liberación del contenido intracelular.

Las aminotransferasas (antes llamadas transaminasas) del aspartato (aspartato aminotransferasa [AST]) se encuentra en el citosol y la mitocondria o la alanina (alanina aminotransferasa [ALT]) se encuentra en el citosol. Los niveles séricos normales, que se establecen localmente a partir de muestras obtenidas de poblaciones sanas, varían mucho entre las distintas poblaciones, pero suelen establecerse en 40 UI/l o menos . Los valores pueden superar las 1.000 UI/l en caso de lesión aguda del hepatocito, como en el caso de infección viral o exposición a toxinas.

Los niveles circulantes de AST y ALT están elevados en la mayor parte de las enfermedades hepáticas, y el grado de actividad de aminotransferasas observado en plasma refleja de modo aproximado la actividad del proceso de la enfermedad en curso. Son raras las concentraciones de aminotransferasas que superen las 200-300 UI/l, incluso en los casos más graves de hepatitis alcohólica. Una concentración de aminotransferasas de 1.000 UI/l o más está presente a menudo incluso con alteraciones histológicas leves en la hepatitis viral aguda. los niveles de aminotransferasas pueden disminuir en el curso de una necrosis hepática masiva, dado que, en este caso, la extensión de la lesión hepática es tal que apenas se mantiene una pequeña actividad enzimática.

Las fosfatasas alcalinas son enzimas de amplia distribución (p. ej., en hígado, conductos biliares, intestino, huesos, riñones, placenta y leucocitos), que catalizan la liberación de ortofosfato a partir de sustratos éster con pH alcalino. El nivel de actividad sérica normal en adultos depende en buena medida del método de medición, la edad y el sexo. Dos métodos actualizados actualmente presentan límites normales superiores de 85 y 110 UI/l.

Las elevaciones de la fosfatasa alcalina sérica en la enfermedad hepatobiliar colestásica son el resultado de dos mecanismos diferentes: el incremento de la síntesis y secreción de la enzima y la solubilización, a partir de la superficie apical canalicular de los hepatocitos y de la superficie luminal de las células epiteliales biliares, debida al aumento de las concentraciones de ácidos biliares que se produce en la colestasis. La actividad de la fosfatasa alcalina sérica puede también verse intensificada en los trastornos óseos (p. ej., en la enfermedad de Paget, la osteomalacia o las metástasis óseas o durante el desarrollo óseo acelerado de los niños, las fases finales del embarazo o la insuficiencia renal avanzada.

Los auxiliares diagnósticos son muy importantes, como el Ultrasonido hepático y de vías biliares, tomografía, colangio pancreatografía retrograda (CPRE)

Tratamiento:

Tratar la causa subyacente

Para ampliar la información puedes consultar el siguiente video 

https://www.youtube.com/watch?v=2fpXg6QIsT4 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Diarreas

Anemias

Lesión renal Aguda